En el cruce de Passeig de Gràcia y la Avenida Diagonal, el neoclásico Palau Robert es un emblemático centro cultural que esconde un bonito jardín abierto a todo el mundo.
Arquitectura neoclásica y jardines escondidos
A finales del s. XIX, Robert Robert i Surís, marqués de Robert, un aristócrata muy influyente de la Girona de la época, hizo construir su residencia principal en uno de los lugares donde más popular en Barcelona en este momento: la intersección de Passeig de Gràcia y Diagonal. Construido entre 1898 y 1903, el Palau Robert fue diseñado por el arquitecto francés Henri Grandpierre y construido en piedra del Montgrí por el arquitecto catalán Joan Martorell. Destaca por su arquitectura neoclásica, que tiene poca conexión con el modernismo de la época que florecía por todo el Eixample.
El jardín del Palau Robert fue diseñado por el jardinero municipal Ramon Oliva, quien posteriormente se encargó de diseñar también los jardines de Plaça Catalunya.
Historia a lo largo del tiempo
La muerte del marqués en 1929 llevó a la familia Robert a intentar vender el palacio. Tras la Guerra Civil, se construyó una empresa para convertirlo en un hotel con teatro, pero el proyecto nunca vio la luz. Fue finalmente en los años 80 cuando pasó a ser propiedad de la Generalitat de Catalunya.
Después de cumplir diversas funciones a lo largo de su historia, a finales de la década de 1990 abrió sus puertas como un centro cultural tal y como lo conocemos hoy. El edificio también alberga un centro de información turística. Su cuidado jardín está abierto a todos y recibe muchas visitas todos los días, tanto de turistas como de lugareños.