Rompeolas el emblema de Ciudad Marítima
Rodeado de nostalgia y olor a mar, el Passeig de l'Escullera es inseparable de Barcelona y desde su construcción en 1904 como parte de un proyecto del ingeniero Carlos de Angulo, forma parte de la vida del puerto. habitantes y la propia ciudad. Popularmente conocido como El Trencaones, la época dorada del espigón fue la década de 1940, cuando todo el mundo iba allí a comer músculos y sardinas en el icónico restaurante Porta Coeli, que incluso aparece en una de las novelas del escritor Vázquez Montalbán.
Un lugar inspirador
Después de su primera remodelación a fines de la década de 1950, El Trencaones se convirtió en un amplio bulevar. Antiguamente se podía bajar en coche, pero desde hace un tiempo está prohibida la entrada de vehículos, aunque todavía se puede llegar en coche hasta el inicio del espigón superior, donde se puede aparcar y caminar hacia el mar.
Hoy en día, el Passeig de l'Escullera tiene cinco kilómetros de largo y, después de muchos períodos de remodelación, se ha convertido en el lugar perfecto para muchos corredores y caminantes, así como para algunos pescadores. Este es el lugar que inspiró la canción Rompeolas, del cantaor barcelonés Loquillo.
Cosas para hacer y ver
Passeig de l'Escullera es un gran lugar para dar un paseo y admirar las impresionantes vistas del mar Mediterráneo. También puede encontrar algunos restaurantes y bares donde puede disfrutar de una comida o una bebida mientras disfruta de las vistas. Si te sientes aventurero, también puedes intentar pescar desde el rompeolas.
Al final del rompeolas, encontrarás el faro, que es un gran lugar para tomar algunas fotos. También puedes visitar las playas cercanas, como la Barceloneta y la Nova Icària, que se encuentran a pocos minutos.
Conclusión
Passeig de l'Escullera - Trencaones es un símbolo icónico del patrimonio marítimo de Barcelona. Es un gran lugar para dar un paseo y admirar las vistas del mar Mediterráneo. También puede disfrutar de una comida o una bebida en uno de los restaurantes y bares cercanos, o incluso probar suerte en la pesca desde el rompeolas. ¡Y no olvides tomar algunas fotos del faro al final del rompeolas!